jueves, 7 de mayo de 2015

VEN MADRECITA, SIÉNTATE AQUÍ A MI LADO

Ven aquí y siéntate a mi lado, que quiero que me cuentes aquél viejo pasado… de tus años de juventud, de tus noches de insomnio cuando a casa no llegaba… del baúl de los recuerdos en donde guardas un mechón de mis cabellos, los primeros zapatitos y el álbum de las fotos en donde con gran amor recopilaste  mi infancia… siéntate conmigo mi dulce y amorosa madre, que siento la necesidad de sentir tus manos mesando mis cabellos… el calor tan dulce y el aroma perfecto que emana de tu cuerpo… ¡Son tantos los recuerdos! Que me parece todavía escucharte caminar con tus pantuflas viejas por toda la casa… recogiendo el tiradero… buscando en qué emplear el tiempo en el hogar… ¡Y son pocas las horas que descansas!... tal parece que una máquina le da fuerza a tu cuerpecito que aún cansado recorre de norte a sur los cuartos de nuestro hogar…
y es tan grande el amor que destilan tus ojitos… es tan grande el amor que envuelve todo tu ser que nunca madrecita hermosa… ¡nunca quiero verte envejecer ese hermoso corazón que escondes en tu pecho!... ¡Déjame abrazarte mi dulce y bella madrecita!... ahora seré yo quien abrace todas tus cuitas… me volveré la luz, la misma que me alumbraba a través de tus ojitos cuando los míos lloraban!... ¡Déjame decirte un “Te amo”, bajarte rayos de luna que iluminen tu sendero, decirte cuánto te quiero y besar tu linda frente ¡Cuanto te amo madre mía! y cuánto anhelo tenerte por siempre conmigo... sentir la calidez de tus manos sosteniendo las mías... que tus manos enjuguen mis lágrimas y me arropes en tu regazo como si aún fuera un niño... 

¡Te amo mamá!

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